TALENTO ¿Qué es lo tuyo? Así mismo como hay gente, hay personalidades, caracteres e individualidades. Mundos de diferencia entre tú y yo. Cada uno infinítamente diferente a otra persona. Eso es lo glorioso de la vida. La interacción entre humanos hace girar al mundo. Miles y miles de almas gemelas, pero tan diversas que le abruma la mente a cualquiera que trate de comprender y visualizar todas esas luchas y felicidades. El trajín diario de tanta gente. Y cada uno a su forma. Milagroso verdad. Bueno si eso es milagroso, imagínate, nuestro Señor Jesucristo también dotó a cada uno de ellos con una serie de talentos para ayudarlos en sus tareas. Una combinación exacta que los hace únicos y capaces. Ni más, ni menos. Te equipó con exactamente lo que necesitas para hacer tu obra en esta tierra.

* Y los talentos no vienen sólos, Dios los manda en grupos. Para algunos los talentos son bien definidos y claros. Una voz melodiosa, la mano de una artista, las maniobras de un atleta, la curiosidad de un científico, la gracia de una balerina, lo gracioso de un buen cuentista y el coraje de un héroe, son algunos ejemplos de talentos que son más visibles. Podríamos mencionar docenas más, pero vamos a concentrarnos en los menos evidentes. Todos tenemos talentos. Por más desdichado e insignificante que te creas, tienes talentos de sobra. Que los haya usado, cuidado y desarollado es otra cosa. Podrás tener la voz más linda del mundo. Pero si no abres la boca, no te va oír nadie. Podrás tener un don para socorrer y calmar a la gente, pero si no lo usas, es peor que no tener ninguno. Quizás tengas un arte para enseñar o explicar, pero si sólo lo usas para describir los especiales en Wal-Mart, el último CD que compraste o la novela que acaba de empezar, se pierde. Y si eres de los que tienen arte dando excusas, pues ve preparando una para el Señor, y esa si tiene que ser buena.

* No se puede enumerar y estudiar todos los talentos que tenemos. Pero tu vida es como un negocio. Lo cuidas, atiendes a la gente, creces y ayudas a crecer a los que están contigo. Buscas que prospere, para así asegurar el bienestar de tu familia. Con el tiempo ese negocio ayudará generaciones en el futuro. Pero si lo descuidas, tratas a la gente como perro, no ayudas a tu familia a crecer y no creaste una base sólida, fracasa. Sé que te matas para tener la casa más linda, el carro más moderno y todos esos juguetes que tienes que tener. Pero si usas tus talentos para adquirir en vez de construir, si no tienes en mente tu desarollo espiritual y el de tu familia, de verdad usaste tus talentos correctamente.

* Tener dinero no es pecado. Querer tener cosas lindas tampoco. Pero si tu vida gira alrededor de tus juguetes y tu ego, perdiste la oportunidad de hacer algo realmente precioso. Si tu personalidad te obliga a usar tus habilidades para calumniar y crear descontento, maldito seas. Usaste la generosidad de nuestro Dios para causarle daño a otros. Tú sabes quién a tu alrededor necesita ayuda. ¿Y qué haces al respecto? Los ayuda, los comforta, los visita o los ignora. Si tienes el poder para realmente hacer algo importante por tu pueblo. ¿Qué haces? Te aseguras de destruir a todos los que se te peguen, o buscas la armonía y el bien común.

* Todos venimos a este mundo a hacer algo diferente. No tiene que ser algo espectacular para mostrar nuestros talentos. La mayoría del bien que se hace en el mundo lo hacen los humildes. Su trabajo no es menos importante que el del político, ni menos espléndido que el del músico. Nuestra obra cristiana en nuestra Isla del Encanto necesita de tus talentos y de tu tiempo. Tú puedes hacerlo. Saca lo mejor de tí. Entrégate a ayudar a tu familia, a tus vecinos, a quien tú quieras, pero hazlo. No malgastes tus talentos al servicio de obras que tú bien sabe no te convienen. No dejes perder eso lindo que llevas adentro. Una parte de tí que puedes ofrecer y aportar a tus hermanos boricuas.

* Usar tu talento para bien no debe crear conflicto con tus quehaceres diarios. Tu vida debe estar predicada en ayudar a tu familia, a tu pueblo y a tu Señor. No se te pide mucho. Usa tus talentos en obras que te enorgullezcan a tí y a tu Dios. No pierdas la oportunidad de hacer algo grandioso. Los aplausos te esperan….Bravo!                                       Luis Nieves Sánchez, SSN.