Mensajero |
|
MENSAJERO - ¿A quién le haces caso? Los seres humanos nos influenciamos de todo lo que nos rodea. Todo lo que vemos, todo lo que oímos y todo lo que sentimos nos afecta de una manera u otra. En un mundo perfecto éstas fuerzas a nuestro alrededor sólo servirían para mejorarnos para así construir un presente y futuro de provecho y paz para todos. Pero sabes que en este mundo las cosas no son así. Tenemos docenas de mensajes que nos llegan a diario. Algunos los buscamos y algunos nos encuentran. No puedes salir a la calle, prender el radio, ojear un periódico, hablar con alguien sin recibir un constante flujo de noticias, propaganda, anuncios y llamados. Y de estos mensajes, ¿cuáles se transmitieron con tu bien personal en mente? Los periódicos buscan la sensación para atraerte a sus ediciones, para así complacer a sus clientes. Estos mismos que han llenado el periódico con anuncio tras anuncio buscando quitarte el dinero. La radio, aparte de sus momentos de luz, están en las mismas. Si las malas palabras, líricas ofensivas y doble sentido venden, la programación se queda. La televisión, el medio de mayor poder, tiene a su disposición tantos canales que los educativos y sanos se cuelan y ver la basura está a la discreción del televidente. Si miramos a los canales locales, el 80% tiene programas disque de comedia y variedad. Así se le llaman a los programas hacen chistes con pornografía y adulterio. Los videos de perreo siguen denigrando tanto al hombre como a la mujer. Y para completar esta lista de campeones de los valores puertorriqueños, tenemos a los "paparazzi" y los muñecos bochincheros. Estos sí que son buitres. No sólo te traen noticias sin importancia de la farándula, buscan la manera de traerte alguna suciedad que te asombre, tratando de avergonzar y humillar públicamente a quien sea, cómo sea. Y cómo le gusta al boricua estas cosas. Entre más nudismo haya y entre más picante el chisme, allí encontrarás a tu hermano isleño. Han habido verdaderos intentos por aplaster las inmoralidades en los medios, pero hasta ese mensaje queda disuelto ante ante las presiones de los intereses mercantiles. Los mensajeros políticos una y otra vez defraudan la confianza del pueblo. El mensaje es el mismo. Vota por mí, por un mejor Puerto Rico. Aparte de algunas excepciones, se olvidan de la segunda parte. La corrupción, el padrinaje, el malgasto y la falta de cooperación entre los partidos es asombroso. Unos buscan treparse y los otros de mantenerlos abajo. Como puede haber verdadero progreso político cuando los mensajes son tan diferentes. Cuándo las pasiones electorales son tan fuertes. Ya ni los mensajes cuentan. Esperas y votas por tu color y yá. De verdad entendiste por quién estás votando. En nuestro gobierno unos no saben hacerlo y los otros lo hacen demasiado bien. Ineficaces o corruptos. Escoge. Los mensajes que nos llegan de las familias y amistades es más o menos los mismos que tú recibes. Ellos tambien tienen su tazita llena de ideas y temas, pero al ser familia, sus reacciones mayormente van a ser parecidas a las tuyas. El tren de pensamiento en las familias es usualmente común. Por eso es tan importante compartir tu mensaje con tu familia. Y si son amistades, por algo és. Se llevan, tienen los mismos ideales, gustos y demás. ¿Qué mensajes te trae tu gente? Palabras con luz o palabras de envidia y engaño. Te ayudan a progresar o atrasar. En la mayoría de las Iglesias de nuestra Isla, las parroquias, misiones y ministerios tratan de traerte un mensaje que es bueno para tí. Un mensaje de paz. Una formula probada. Un patrón de vida que te trae la bienaventuranza que necesitas para vivir en nuestra sociedad. El mensaje cristiano. No hablamos de ponerte un hábito y ayunar por días. Ni olvidar la vida secular y buscar un monasterio. Ese no es el mensaje de nuestro Salvador Jesucristo. Su mensaje de amor por todos ha perdurado por siglos. Ni los romanos, ni las guerras, ni la debilidad y soberbia del hombre han podido frenar su preciosa palabra. Los animadores, los demagogos, los locutores, los políticos y los fantoches vienen y van. Los gobiernos, partidos, periódicos, canales y estaciones no perduranán. Pero la gloria y la misericordia de Jesús siempre estará aquí. No todo los mensajes son malos. La sociedad, cultura y valores puertorriqueños son una cosa digna de admirar. El calor boricua no se puede comparar con ninguno. Nuestra mezcla exacta de intelectualidad y pasión son envidiados en el mundo. Nuestra forma de ser y nuestra genuino deseo de hacer el bien nos convierte en un pueblo bendecido. Un pueblo alejado de las miserias y genocidio en otras partes del mundo. Pero hay que ponerle prioridad a los mensajes prevalentes en el ámbito insular. Mírate, ¿cuánto tiempo le dedicas a tus mensajeros? Si le haces más caso a "la comay" que a tu pastor, tienes problemas serios. Te gusta más la intriga dañina que las palabras de paz y aliento. Si hablar baba con tus panitas tiene preferencia a hablar con Cristo, ten presente que cuándo llegue la tragedia, al único que llamarás será a tu Señor. Si pones a tu partido antes de tu Dios, los tienes peor. ¿De verdad crees que un político te traega verdadera felicidad? Si ignoras "la voz que clama en el desierto" por estar escuchando mensajes fríos y mundanos, te espera una vida fría y mundana. Sólo hay un Dios y su mensaje tiene que estar primero en tu vida, punto. Tu felicidad y la de los tuyos depende de él. Este es el mensaje que debes poner en primera plana. Luis Nieves Sánchez, SSN. |