LuismNieves
“GRITOS de CATEDRAL”
Comunicaciones
Luis Nieves Sánchez
|
Memorial a la Primera Iglesia de Puerto Rico |
Palabra y Obra Viva en Borinquen |
Católica, Apostólica y Puertorriqueña |
GRADUACION
Ya se acerca el verano. Es temporada de graduaciones y vacaciones, viajes y mudanzas. El fin de semestre para los jóvenes de nuestras escuelas isleñas. Ya terminaron los exámenes. Sólo quedan las graduaciones y los "prom". Estos ciclos escolares denominan nuestras agendas. Planeamos nuestras rutinas según las clases de los niños y nietos. Es la tarea familiar que más tiempo y esfuerzo consume. Si te pones a calcular el tiempo que nuestras familias dedican a la educación académica, te asombrarás. Desde la transportación, tiempo en el plantel, tiempo estudiando, viajes para los inconseguibles efectos escolares, los mítines, projectos, eventos, deportes, graduaciones y bailes, notarás que la instrucción de nuestros jóvenes es lo primordial. Si tomamos en cuenta el dinero ridículo que hay que pagar por mantenerlo en una escuela decente, verás que trabajamos para casa, carro, comida y escuela. Es alabable el esfuerzo y sacrificio que hacen los padres por tener los muchachos bien educados. Parecen soldados preparando, atendiendo y alentando a las masas de nuestra juventud. Los padres de hoy, recordando a sus padres, tratan de hacerlo mejor. Ellos recuerdan la receta que usaron sus antecesores y llevan tiempo esperando a probar sus propios métodos. Los padres de nuestra Isla, no serán perfectos, pero son padres llenos de cariño y verdadera preocupación por los suyos. Sus situaciones, miedos, desesperos y su pasado le dictan sus maneras de operar. Aunque sus flechas a veces no lleguen al blanco, no se puede dudar de sus intenciones. Cada persona tiene su manera de criar y ayudar. Las presiones económicas de nuestra sociedad de hoy, exigen una educación académica intensa. Esas presiones se transmiten al estudiante. Muy pronto él aprende que lo juzgarán por sus notas, no su carácter. La competencia estudiantil los enseña immediatamente lo importante de tener buenas calificaciones. Sin buenas notas, no consigue buena escuela. Es un fracaso. Y lo último. Que tenga que dejar su escuela y sus amigos, en busca de otra. Las cosas se pueden complicar rapidamente. Tener el muchacho en una buena escuela es el barómetro donde se mide el éxito de los esfuerzos parentales. La falta de buenos gobiernos en Borinquen, gobiernos que de verdad se concentren en la educación de la juventud ha creado un sistema de castas educativas. No estámos hablando de gobiernos que aprueben una construcción aquí o allá. O que asignen un fondito para mejoras que no sobrepasa el costo de la promoción. O que esté discutiendo por dinero con los peores pagados servidores públicos, nuestros mastros. Hace falta un gobierno que haga la educación, su primera prioridad. Que no sean payasos, ni pillos con el futuro de nuestra juventud. Permitir que los medios bombardéen los nuestros con barbarismos tampoco tiene perdón. Todavía no han apendido que para crear un dínamo económico y social, tienen que concentrar sus esfuerzos en la educación de nuestros niños. Y si algún funcionario tiene la cara de decirte diferente, pregúntale por que hay tantos colegios privados. En Puerto Rico las castas educativas se convierten después en castas sociales. El inepto Departamento de Instrucción crea la necesidad de buscar fuera del sistema escolar público para la formación de nuestros hijos. Estos muchachos que se quedan en Instrucción Pública, tienen menos oportunidades y alientos que los más afortunados económicamente. Aparte de algunos casos, muchos, por más que hagan, son incapaces de levantarse de sus situaciones heredadas y existentes. Hay una segunda casta que luchan a diario para mantenerlos en colegios privados. No confían en la escuela pública y se matan por tener la dicha de pagarle a uno de los miles de colegios privados. Y hay una tercera que tiene para pagar el colegio que sea, pero estos tambien están abrumados por generar más ingreso y muchas veces son negligentes. Lo interesante de todo esto es que una vez estos muchachos adquieren su título, se van. Un porcentaje crítico de nuestro talento se va de Puerto Rico. A la verdad que sí aprendieron algo. Todo este esfuerzo, las horas, las penas, las luchas por instruir a nuestra juventud se pierde si no incluye una fuerte dosis de educación espiritual. ¿Qué vas hacer con un contable infeliz? Con un desempleado crónico. Con un abogado inmoral. Con un político ccrrupto. Con una juventud falta de valores. Amantes de la vida fácil. Masas hipnotizadas con la pornografía, la violencia, las drogas y el crimen. Todos de lo más seguro fueron a las mejores escuelas. Aprendieron a qué. A salirse con la suya. Sus prioridades no tienen nada que ver con Cristo y su Palabra. Lo de ellos es verse lo mas criminal posible. Tatuarse y perforarse. Y lo último, bailar y simular el sexo de animales, en vez de añorar y experimentar un amor puro y precioso con su pareja. Si sus padres esperaban que la escuela los iba a educar, estaban bien equivocados. Las escuelas instruyen. Las destrezas matemáticas y la botella de fechas y eventos ayudarán para algunas cosas. Pero el respeto y amor por los demás, la importancia de Jesús en sus vidas y lo maravilloso de su Palabra se los tiene que enseñar tú. Lo puedes preparar para coger exámenes. O lo puedes preparar para vivir. Tienes que darle una doctrina de vida que le garantize felicidad, no sólo prosperidad. "De qué vale que el Hombre lo gane todo, pero pierda su alma." La preparación académica es sólo una parte de la formación de una persona. Enseñarles a ser hombres y mujeres de verdad requiere un poco de Jesús. Su Bachillerato de seguro lo ayudará, pero su diploma de cristiano, lo salvará. Luis Nieves Sánchez, SSN. |