FERVOR
La pasión humana, verdadero índice de nuestro compromiso con nuestros ideales y objetivos. Lo que nos hace luchar, gritar, pelear, castigar, usurpar, predicar, engañar, brincar, gozar, calumniar y alabar. A la verdad que si sientes que tu causa es verdadera, haces lo imposible. Remueves cielo y tierra, te sacrificas tú, tu familia, tu partido y tu país por ideales que tienes en la mirilla. Y el que se atreva a meterse al medio, lo aplastas. Si no piensa como tu, mejor que se aleje o se calle de inmediato. Te ciegas y todo lo acomodas y lo razones según tu criterio. Pierdes la objetividad y tratas de inculcar, convencer y manipular a todos en tu camino. Esa fuerza de convicción le ha servido muy bien al hombre en sus quehaceres a través de la historia. Se ha hecho lo imposible gracias a la fuerza de voluntad humana. Se han librado batallas sangrientas, exterminado a razas completas y destruido mucho de las maravillas de este mundo. También claro está, se han creado medicinas maravillosas, democracias provechosas y mejor vida para muchos pueblos del planeta. El fervor en el ser humano es como la pólvora en el cañon, el alcohol en las bebidas, la gasolina en el carro. La chispa que nos enciende por una causa u otra. ¿Y tu fervor donde está? ¿Lo dejaste en el tapón? ¿Lo guardas para el trabajo? No me digas que estás esperando usarlo la próxima vez que alguien te corte de frente en la avenida. Si lo guardas para el juego o el billar, allí mismo se queda. Esa fuerza que ha creado civilizaciones, movido montañas y nos ha llevado a la luna, no se debe malgaster en el cafetín hablando de política. Pueden seguir a un partido político o un equipo deportivo por cielo y tierra. Fanáticos que brincan, saltan, cantan y proclaman sus logros y tapan los errores las 24 horas al día, obsesionados. ¿Para qué? ¿ Te traerá verdadera felicidad si gana uno ó el otro? Ese fervor te sirve si lo usas para provecho, para el bien. Crees que a Jesús le interesan las elecciones ó las clasificaciones de los equipos. Crees que le alegra oír tus maldiciones ó saber de tus venganzas, despues de darte tanto potencial. A través de la historia muchos han sacrificado sus vidas por su fé. Muchos han estado al borde del exterminio por sus creencias. Ese fervor cristiano ha derrumbado, transformado y mejorado imperios e instituciones del hombre por siglos. Muchos escogieron la muerte ante de negar a su Dios. ¿Y tu? ¿Prefieres hablar del gobierno ó de Dios? ¿Usarás tus energías para hacer viva la palabra de Jesús ó para calumniar a figuras públicas? Los juegos son buenos pero vamos a poner las cosas en perspectiva. En tus momentos de crisis, sabrás que los Yankees no podrán ayudarte. Cuando tus hijos se encuentren desesperados, ni la palma, ni la pava le darán consuelo. Usa tus energías para enseñarles donde canalizar sus energías y talentos. Si usas ese fervor para estar más cerca de Cristo, sólo te esperan bendiciones para tí y los tuyos. Equipos vienen y van, la política es una rueda viciosa interminable. No dejes que las vidas de nuestra juventud estén dominadas por empresas agotadoras que les ocupe el espíritu. Enséñales como se alaba a Dios. Cómo vivir con él los comfortará mucho más que una blanqueada o un campeonato. Cómo usar su tiempo ayudando a a conocer la paz de Cristo le traerá mas satisfacción que marear a la gente hablando política. Tú tienes el poder de hacer esto realidad. Los enseñaste a respetar, a vestir, a trabajary a compartir. Pero no te olvides de inculcarles lo que verdaderamente importa en la vida. Que ellos y su familia anden con la paz de Cristo. Así serán victoriosos por siempre. Luis Nieves Sánchez, SSN. |
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